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Jul 27, 2023

Mientras tanto, habrá regulaciones de emisiones menos estrictas, pero los grandes actores de la industria han acordado una fecha.

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Después de meses de negociaciones entre la Junta de Recursos del Aire de California y líderes de la industria, se llegó a un acuerdo para garantizar que los camiones de 18 ruedas, los camiones de basura y las camionetas de reparto emitan cero emisiones nocivas para mediados de la próxima década. Los informes afirman que los fabricantes de automóviles y poderosos grupos industriales como la Asociación de Fabricantes de Camiones y Motores aceptaron las reglas, evitando una batalla legal prolongada.

Entre los que aceptaron el acuerdo se encuentra el gigante de los motores diésel Cummins, así como los fabricantes de automóviles Ford, General Motors y Daimler, el último de los cuales acaba de fusionarse con la división de camiones de Toyota.

California es el mercado más grande para este tipo de vehículos y, debido a que el acuerdo se negoció como parte de CARB, varios otros estados también adoptarán las reglas, como informa el Washington Post. Actualmente, todos los estados de la costa oeste son miembros de CARB, así como muchos estados de la costa este, excepto New Hampshire y otros al sur de la línea Mason-Dixon.

El acuerdo alivia la presión sobre la industria para que limpie sus emisiones mientras tanto, antes de 2036. CARB tenía en mente un conjunto de regulaciones estrictas que quería promulgar en 2024, contra las cuales grupos como TEMA estaban presionando fuertemente. Estas han sido descartadas en favor de las normas federales de la EPA, que no son tan ambiciosas.

Reducir drásticamente las emisiones de los camiones pesados ​​es un desafío que tiene matices, pero muchas empresas están logrando avances. El hidrógeno se considera un facilitador clave de la transición verde debido a su rápido potencial de reabastecimiento de combustible, así como a otras fortalezas. General Motors, Toyota y otros están trabajando arduamente en la tecnología para permitir su uso en grandes camiones. Los vehículos eléctricos también desempeñarán un papel, aunque las enormes baterías necesarias para producir las máquinas son extremadamente perjudiciales para el medio ambiente. La batería del camión eléctrico de Tesla, por ejemplo, probablemente tenga una potencia de alrededor de 900 kilovatios-hora, lo cual es increíblemente grande. Un Chevy Bolt, por ejemplo, tiene una batería de 65 kWh.

El mayor desafío para ambas tecnologías será la infraestructura. El estado del reabastecimiento de hidrógeno es ridículamente malo, y se necesitan importantes inversiones para que los vehículos comerciales impulsados ​​por hidrógeno sean viables en el corto plazo. Asimismo, la cantidad de electricidad necesaria para recargar algo como el semirremolque de Tesla es realmente increíble. Se necesitarán estaciones intermedias tipo condensador para dar a los camiones el jugo que necesitan, y estas estaciones no son sencillas ni económicas.

CARB y los principales actores de la industria creen que es posible arreglar todo esto para 2036. Con 13 años para poner las cosas en marcha, esperemos que tengan razón.

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